Durante la gestión y dirección de cualquier empresa, suelen surgir situaciones que, para bien o para mal, requieren de acciones correctoras inmediatas para evitar males mayores. No hace falta decir que este tipo de situaciones imprevisibles suelen ser mas comunes que lo deseable; por lo que parece obvio que no queda otra alternativa que aprender sobre la marcha de los errores, sin opción a tomarse el tiempo necesario para estudiar en profundidad la situación y tomar la mejor opción posible.
Existe una manera de minorizar el efecto negativo de estas situaciones imprevistas que suelen la causa de malas decisiones y ademas aprender de ellas. Esa posible manera es el Coaching Ejecutivo.
La palabra Coaching viene del inglés y significa entrenamiento. En términos más específicos, es un proceso en el que un entrenador específicamente formado y cualificado en el desarrollo de personas, proporciona un servicio de acompañamiento a otra persona, que así lo desea, para alcanzar un objetivo específico establecido, mejorar su propia satisfacción y desempeño, así como los resultados de la organización en la que trabaja.
A esta persona especializada en desarrollo de personas y recursos humanos se le llamará Coach. Su función es acompañar a un profesional para que aprenda a aprender y así mejorar su desempeño, tanto individual como colectivo. Es decir, para que la mejora del desempeño individual de un empleado en un área funcional específica, redunde en la mejora del desempeño global de ese área funcional y por tanto en el rendimiento general de la organización.
El Coach actúa de facilitador para que la persona que acompaña, ejecutivos, gerentes, empleados, etcétera, aprendan de las dificultades que le han surgido y adquieran habilidades para tomar mejores decisiones en el futuro. Mediante sesiones individuales en las que se generarán conversaciones constructivas sobre las situaciones vividas, el propio ejecutivo o empresario va clarificando la situación no deseada y elaborando un plan de acción futuro de mejora.
Autoliderazgo, liderazgo de personas, trabajo en equipo, creatividad, delegación, el uso eficiente del tiempo. Estas son sólo algunas de las habilidades que se mejoran de una manera obvia mediante un proceso de coaching ejecutivo.
Seguramente hay personas que piensan: ¿por qué necesitamos un proceso de coaching si todo en nuestra organización va relativamente bien?. Las razones son simples: vivimos en un mundo incierto, de alta volatilidad, cambiante e hiper-globalizado que requiere una mejora permanente en la gestión de las organizaciones, si han de seguir siendo competitivas.
Un Coach cumple esta función, porque facilita «aprender a aprender», al mismo tiempo que acompaña para que la mejora en el desempeño individual y colectivo sea continua
El coaching, además de ser una de las mejores disciplinas para mejorar el desempeño y rendimiento de una empresa, mejora el clima laboral y la satisfacción de las personas pues ayuda a que las personas se conozcan mejor.
Si el aprovechamiento es el adecuado y conducido por los profesionales que cuentan con la experiencia adecuada, no es exagerado afirmar que el Coaching Ejecutivo es una de las mejores inversiones que una organización puede llevar a cabo con un presupuesto y plazo cerrados.