Metaliderazgo es lo que nos impulsa a hacer lo que hacemos cuando nadie sabe que es lo que hay que hacer.
El coronavirus nos ha traido a una situacion en la que nadie sabe con certeza que es lo que hay que hacer. Y es por esto, por lo que estan floreciendo a nuestro alredor infinidad de casos de “metaliderazgo”.
La fuerza del “metaliderazgo” hace que se constituyan de una manera expontanea grupos de personas para; atender pacientes enfermos, cuidar ancianos, repartir comida, fabricar mascarillas, hacer donaciones o simplemente aplaudir por las ventanas mostrando agradecimiento y vulnerabilidad, y recordandonos unos a otros que todos somos parte de una colectividad indivisible.
Son casos de metaliderazgo todos estos grupos de voluntarios que surgen por todas partes para ayudar, sin saber muy bien a quien o a que, pero poniendose al servicio de la colectividad.
El metaliderazgo hace que grupos de personas, de una manera altruista y desinteresada, dejen en segundo plano su interes individual y se pongan al servicio de un interes colectivo.
¿Pero por qué esta energia aglutinadora, transformadora y beneficiosa para todos y cada uno de los individuos que componen el todo se dispara en momentos de tragedia?
Porque estas crisis recuerdan al ser humano que vive en mundo incierto que no entiende, y del que no conoce la mayoria de las respuestas. Y que aunque se refugie en la ciencia para encontrarlas, tampoco esta por si misma da las respuestas que se necesitan.
Son tiempos en los que dejamos de vivir en la fantasia de pensar que sabemos, de actuar como que sabemos, y de explicar a los demas con certeza lo que en realidad no sabemos.
Son momentos en el que los lideres tradicionales pierden su autoridad, los egos se disipan y emerge el metaliderazgo que guia a la colectividad hacia la nueva realidad que se va desplegando.